Clima: Leo XIV, la voz de un pastor para un planeta que sufre

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Mientras que el COP30 está en pleno apogeo en Belém, en el corazón del Amazonas, el Papa León XIV Hizo un enérgico llamado a la acción climática. En un mensaje en video emotivo y claro, el Papa instó a los líderes mundiales a tomar decisiones acordes a los desafíos globales. Tras sus palabras subyacía una certeza: sin un compromiso concreto y coordinado, nuestra casa común se tambaleará.

Una voz profética en el corazón de la Amazonía

El escenario simbólico de Belém: donde aún respira la creación

El Museo del Amazonas, donde ayer las palabras de Papa, Es una elección cargada de significado. Sitio emblemático de biodiversidad y de la memoria de los pueblos indígenas, se erige como una catedral verde en medio de un mundo cambiante. Está allí, a miles de kilómetros de Vaticano, que los representantes eclesiásticos del Sur Global se reunieron, rodeados de obispos y científicos, para presentar un objeto profundamente simbólico: una réplica de la red multicolor que en su día ofrecieron las comunidades amazónicas con motivo del sínodo dedicado a su región.

A través de este gesto, se transmite un mensaje: el Amazonas no es solo un territorio amenazado, sino un espejo de nuestra humanidad. Cada hilo de la red cuenta la historia de una comunidad, una especie, un río, una esperanza. León XIV dirigido a COP30, Es este entramado de vida el que él defiende, en nombre de la fe y la razón.

COP30: Entre el realismo y la esperanza

La 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático regresa al hemisferio sur, diez años después de París. Una década marcada por avances tímidos, pero también por amargas decepciones. En la inauguración, varios líderes de países del sur recordaron a los asistentes que sus pueblos están pagando un alto precio por el calentamiento global, del cual no son responsables. Inundaciones, sequías, ciclones… los síntomas se agravan.

Ante esta observación, la "voz profética" de papa, El movimiento, como él mismo lo llama, no busca condenar sino movilizar. «Me uno a mis compañeros cardenales para decirle al mundo que la Amazonía sigue siendo un símbolo vivo de la Creación», declaró, antes de agradecer a la gente del terreno «que prefiere la esperanza al miedo».

El significado espiritual de un llamado universal

Hablando del clima, en el lenguaje de papa, Nunca se trata solo de hablar del clima o la temperatura. Se trata de evocar el vínculo entre la humanidad, Dios y la naturaleza. «Somos los guardianes de la creación, no rivales por su botín», insiste. Esta frase por sí sola resume la visión cristiana de...’ecología integral La naturaleza no es un campo de explotación, sino un espacio de relación.

A través de León XIV, EL Vaticano amplía el legado de Laudato si', la encíclica de papa François publicó en 2015. Diez años después, el tono se ha endurecido. La situación, escribe. León XIV En sus mensajes anteriores, el enfoque ya no estaba en una simple emergencia, sino en un punto de inflexión. En Belém, sus palabras buscaban despertar conciencias adormecidas ante las estadísticas.

Fe, ciencia y política: una sola lucha por nuestro hogar común

Cuando las iglesias del sur se pronuncian

Tres cardenales: Jaime Spengler (América Latina), Fridolín Ambongo (ÁfricaFilipe Neri Ferrão (Asia) y él unieron sus voces para abogar por una justicia climática concreta. Su mensaje, presentado en la sesión plenaria del Congreso de las Naciones Unidas sobre el Clima y el Pacífico (CNUCP), fue transmitido por el Consejo de Seguridad de la ONU. COP30, denuncia una doble división: económica y ambiental.

Los cardenales señalan que, si bien las poblaciones del Sur Global se encuentran entre las que menos gases de efecto invernadero emiten, también son las más vulnerables a los desastres. Según datos de la ONU, una de cada tres personas vive actualmente en una zona de "alta vulnerabilidad climática". Estas cifras, León XIV Los cita, no para alarmar, sino para humanizar el debate. "Para ellos, el cambio climático no es una amenaza lejana", insiste.

A través de esta alianza entre iglesias del Sur Global, está surgiendo un nuevo lenguaje: el de la solidaridad global. El clima se convierte en el terreno común donde convergen la ciencia, la espiritualidad y la justicia.

La ciencia al servicio de la fe activa

El mensaje de papa No contradice la ciencia, sino que la amplía. Enfatiza, en particular, la responsabilidad humana en la crisis actual y reitera el objetivo del Acuerdo de París: mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C. Para él, la frontera entre la fe y la ciencia no es una línea divisoria, sino un puente de entendimiento mutuo.

León XIV No habla en nombre de los investigadores; habla junto a ellos. Hace un llamado a los creyentes a «caminar junto a científicos, líderes y pastores de todas las naciones». En sus palabras, esta hermandad se manifiesta en un compromiso compartido. Actuar por el clima significa experimentar la ciencia como un acto de compasión.

Políticas climáticas: una prueba de la verdad

EL papa Lo admite sin rodeos: «No es el Acuerdo de París lo que está fallando, sino nuestra respuesta». Una declaración concisa, dirigida tanto a los líderes como a los ciudadanos. Lamenta la falta de voluntad política, esa inercia global que transforma las promesas en eslóganes vacíos.

Para León XIV, Las políticas climáticas no son una cuestión de ideología, sino de imperativo moral. El planeta, afirma, «no se compra ni se vende en el mercado; debe protegerse como bien común». Esta idea del bien común impregna todo su discurso y resuena profundamente con la tradición católica: toda decisión económica debe beneficiar al bien colectivo, no al lucro individual.

Hacia una economía solidaria

«Una acción climática más contundente contribuirá a crear sistemas económicos más fuertes y justos», argumenta el papa. Esta convicción se basa en una observación cada vez más compartida: el modelo actual, basado en el crecimiento ilimitado, está alcanzando sus límites físicos y humanos.

Lejos de condenar la prosperidad, León XIV Aboga por una redefinición de la riqueza. Una economía sostenible, afirma, debe ser capaz de nutrir, proteger y legar. Invita a los actores públicos y privados a considerar la transición ecológica no como una carga, sino como una inversión moral y social.

Hacia una conversión ecológica global

La responsabilidad de todos hacia nuestro hogar común

Más allá de los líderes, papa Se dirige a todos los seres humanos. «Ignorar a las víctimas del cambio climático es negar nuestra humanidad compartida». Esta frase refleja el llamado universal de fraternidad. Según dijo, la Iglesia no quiere monopolizar el debate, sino contribuir a él: recordando a la gente que sin conversión personal, ninguna política pública será suficiente.

La conversión ecológica, término ya presente en Laudato si', se refiere a esta transformación interior mediante la cual la humanidad redescubre su lugar en la Creación. Reciclar, reducir la huella ecológica o consumir de forma diferente se convierten en actos de fe. La sobriedad ya no es una privación, sino una liberación.

Jóvenes, guardianes del futuro

En sus mensajes anteriores, León XIV Con frecuencia se ha dirigido a los jóvenes. De nuevo en Belém, les dedicó parte de su mensaje: «Sois la generación que aún puede cambiar el curso de la historia». Esta confianza se refleja en su disposición a escuchar: foros interreligiosos, apoyo a escuelas ecológicas, fomento de iniciativas locales.

Jóvenes de comunidades amazónicas presentes en la COP21 ofrecieron canciones, pancartas y testimonios conmovedores. Uno de ellos confesó: «No queremos ser los supervivientes de un mundo que se acabó, sino los constructores de uno nuevo». Estas palabras resonaron incluso en los pasillos de la COP21. Vaticano.

cooperación interreligiosa y fraternidad global

«Caminemos juntos», repite. papa. Detrás de esta invitación subyace un diálogo interreligioso sin precedentes. Católicos, protestantes, judíos, musulmanes, budistas y representantes de tradiciones indígenas han sido invitados a participar en la discusión. Debido al clima, como recordamos, León XIV, No conoce fronteras ni dogmas.

Este acercamiento espiritual se convierte en una forma de diplomacia moral. Donde las negociaciones políticas se estancan, fraternidad Puede abrir nuevos caminos. En Belém, varios representantes de otras religiones acogieron con satisfacción la claridad del mensaje papal, reconociendo en su llamamiento una voz para toda la humanidad.

Un museo que se ha convertido en un símbolo

El Museo del Amazonas, donde se presentó esta red simbólica, permanecerá en la historia como escenario de un poderoso mensaje. León XIV Él espera que se convierta en "el lugar donde la humanidad haya elegido la cooperación en lugar de la división". Esta imagen resuena como una parábola: en este museo que celebra la diversidad de la vida, las personas han optado por volver a tejer los hilos rotos de la solidaridad.

Allá COP30 finalizará el 21 de noviembre. Pero el mensaje de papa, Él, sin embargo, seguirá habitando nuestra conciencia. Porque en esta crisis planetaria, nos recuerda una simple verdad: la Tierra no nos pertenece, nosotros le pertenecemos.

Un soplo de aire fresco para el planeta

León XIV No habló como un jefe de Estado, ni como un científico, sino como un padre a un mundo en peligro. Su mensaje en Belém combinó la ternura de un pastor con la firmeza de un profeta. No pedía perfección, sino conversión. No discursos, sino compromisos.

En un momento en que la humanidad escudriña con ansiedad el futuro, sus palabras resuenan como una advertencia y una promesa a la vez:
«"Todavía hay tiempo para actuar. Juntos."»

Vía Equipo Bíblico
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