El 3 de diciembre de 2025, la Iglesia católica francesa perdió a una de sus figuras más discretas pero influyentes del ministerio bíblico. El padre Marc Sevin, sacerdote de la diócesis de Orleans, falleció a los 84 años tras seis décadas de ministerio dedicado por completo a hacer accesibles las Escrituras a todos. Su muerte, ocurrida en Nazaret, cerca de Orleans, marca el fin de una era para todos aquellos que se nutrieron de su rigurosa labor exegética y su audaz visión pastoral.
Aunque poco conocido por el público en general, Marc Sevin ha tenido, sin embargo, un impacto duradero en cómo los católicos francófonos leen y entienden la Biblia hoy en día. Codirector de La Biblia de los Escritores, Con esta traducción pionera, publicada por Bayard en 2001, orquestó una de las iniciativas editoriales más ambiciosas de la historia bíblica contemporánea. Pero más allá de este proyecto emblemático, encarnó toda una filosofía de educación bíblica durante décadas.
El padre Gérard Billon, quien lo sucedió al frente del Servicio Bíblico Católico Évangile et Vie (Evangelio y Vida), resume a la perfección la esencia de su ministerio: «Todo el ministerio de Marc Sevin se centró en la pastoral bíblica, es decir, en facilitar la lectura de la Biblia a todos, colectivamente y no solo individualmente, mediante grupos de estudio bíblico, catequesis y formación continua». Esta cita capta el espíritu de un hombre que dedicó su vida a democratizar el acceso a los textos sagrados, convencido de que la Palabra de Dios debe trascender los círculos de los iniciados para conectar con cada creyente en su camino espiritual.
Una vida dedicada a la Palabra
Raíces orleanses y una vocación temprana
Ordenado sacerdote alrededor de 1965, Marc Sevin navegó las turbulencias de la Iglesia posconciliar con un objetivo claro: formar a los fieles en una lectura iluminada y vibrante de las Escrituras. En una época en la que Concilio Vaticano II acababa de promulgar la constitución Dei Verbum Gracias a la revelación divina, al animar a los católicos a redescubrir la Biblia, el joven sacerdote de Orleans comprendió que estaba en marcha una revolución silenciosa.
Su compromiso con la educación bíblica nunca flaqueó. Profesor del Centro de Estudios y Reflexión Cristiana de Orleans desde 1988, formó a generaciones de facilitadores bíblicos, catequistas y líderes pastorales. Su método de enseñanza se basaba en un delicado equilibrio: el rigor científico de la exégesis moderna, sin perder nunca de vista la dimensión espiritual y accesible de la enseñanza.
Lo que caracterizaba a Marc Sevin era su capacidad para navegar entre dos mundos. Por un lado, era un exégeta riguroso, con fluidez en hebreo, griego y arameo, atento a los últimos descubrimientos arqueológicos y debates teológicos. Por otro, era un pastor preocupado por que la Sra. Dupont, de su parroquia local, pudiera comprender el Libro de Isaías sin haber cursado estudios en la Escuela Politécnica. Esta doble especialización lo convirtió en una figura indispensable de la pastoral bíblica francesa.
El liderazgo de Évangile et Vie: una misión a largo plazo
En 1988, Marc Sevin asumió la dirección del Servicio Bíblico Católico Évangile et Vie (Evangelio y Vida), responsabilidad que ocupó durante muchos años. Este servicio, afiliado a Éditions du Cerf, desempeña un papel crucial en la educación bíblica de los católicos francófonos. Su misión: ofrecer recursos accesibles y rigurosos para apoyar la lectura personal y grupal de la Biblia.
Bajo su liderazgo, Los Cuadernos del Evangelio, La revista trimestral insignia del servicio está experimentando un crecimiento notable. Estos números ofrecen análisis profundos y accesibles de textos bíblicos, permitiendo a los lectores profundizar su comprensión de un libro bíblico, un período histórico o un tema teológico. Cada número se convierte en un manual de referencia conciso para grupos de estudio bíblico, predicadores y capacitadores.
El enfoque de Marc Sevin se distinguió por su negativa a la simplificación excesiva. No se trataba de "popularizar" la Biblia en el sentido peyorativo del término, sino de hacerla accesible sin traicionar su complejidad. Creía que los fieles merecían algo más que interpretaciones diluidas o moralizantes. Necesitaban las herramientas para comprender el contexto histórico, los géneros literarios y las cuestiones teológicas, preservando al mismo tiempo la esencia y la singularidad de los textos antiguos.
Esta convicción se basaba en una visión elevada del pueblo de Dios. Para Marc Sevin, los bautizados no eran recipientes pasivos que se alimentaban espiritualmente con cuchara. Eran capaces de reflexionar, cuestionar y apropiarse personalmente de la Palabra. El papel del erudito bíblico no era alimentarlos con cuchara. la obra, sino abrir caminos, ofrecer herramientas, apoyar el descubrimiento.
Un colaborador prolífico y generoso
Paralelamente a sus responsabilidades institucionales, Marc Sevin nunca ha dejado de escribir y colaborar en diversas publicaciones. Es colaborador habitual de Oremos en la iglesia, En la revista litúrgica mensual de mayor circulación en Francia, ofrece comentarios sobre las lecturas dominicales y artículos exhaustivos sobre cuestiones bíblicas y teológicas. Su estilo, siempre claro sin ser simplista, atrae a un amplio público de fieles que buscan comprensión espiritual.
En 2008 publicó La Biblia en 50 claves, Este libro se convertirá rápidamente en un recurso indispensable para quienes deseen explorar las Escrituras sin perderse en su inmensidad. Ofrece un camino muy accesible para descubrir la Biblia: sus orígenes, historia, estructura interna y principales interpretaciones. Esta es la esencia de su método de enseñanza: proporcionar respuestas a las preguntas esenciales necesarias para comenzar a leer la Biblia.
A lo largo de los años, Marc Sevin ha dirigido numerosas publicaciones para facilitar el estudio de la Biblia: guías de lectura, comentarios temáticos y herramientas para líderes de grupos de estudio bíblico. Su nombre se ha convertido en sinónimo de rigor y accesibilidad. Los libreros religiosos saben que las obras que llevan su nombre combinan el rigor académico con la preocupación pastoral.
La aventura de La Biblia de los Escritores
Un proyecto revolucionario nacido a principios del milenio
Pero probablemente sea con La Biblia de los Escritores, Publicado por Bayard en septiembre de 2001, Marc Sevin dejaría huella en la historia de la traducción bíblica al francés. El proyecto, increíblemente ambicioso, consumiría su energía durante más de seis años. La idea inicial era simple pero revolucionaria: ¿qué pasaría si los escritores contemporáneos trabajaran codo con codo con los exegetas para producir una traducción nueva y completa de la Biblia?
El proyecto surgió de Frédéric Boyer, escritor y traductor convencido de que las traducciones bíblicas tradicionales habían perdido su fuerza literaria debido a la repetición y las fórmulas rígidas. Boyer propuso a Bayard reunir a escritores de renombre y destacados biblistas para intentar un nuevo enfoque. Marc Sevin, con su experiencia y perspectiva pastoral, se convirtió, naturalmente, en uno de los codirectores y coordinadores del proyecto.
Hay mucho en juego. No se trata de producir otra traducción literal ni una paráfrasis modernizada. El objetivo es doble: restaurar el poder literario de los textos originales y, al mismo tiempo, producir una traducción científicamente rigurosa. Los académicos aportarán la base filológica y exegética, mientras que los escritores aportarán su sensibilidad literaria y libertad creativa. Una empresa audaz que fácilmente podría haber terminado en desastre.
Una colaboración sin precedentes entre exégetas y escritores
Para llevar a cabo este proyecto monumental, participan 27 exégetas y 20 escritores. Entre ellos, se encuentran nombres prestigiosos: Jean Echenoz (ganador del Premio Médicis de 1983 y del Premio Goncourt de 1999), Emmanuel Carrère (ganador del Premio Fémina de 1995), Casado NDiaye (ganadora del Premio Femina 2001 y del Premio Goncourt 2009), François Vale, Jacques Roubaud, Olivier Cadiot, Casado Depussé, Valère Novarina. Un equipo literario de altísimo nivel, algunos creyentes, otros agnósticos, todos reconocidos por la calidad de su escritura.
Frente a ellos se encuentra un equipo compuesto por algunos de los biblistas más reconocidos del mundo francófono. Marc Sevin se encuentra, por supuesto, entre ellos, junto con Jean-Pierre Prévost, Philippe Abadie, Michel Berder, Hugues Cousin, Daniel Marguerat y muchos otros. Un comité de revisión, presidido por los biblistas Pierre Gibert y Thomas Römer, garantiza la coherencia general y el rigor académico.
El proceso de trabajo es meticuloso. Cada libro bíblico se confía a un equipo de dos personas: un exégeta y un escritor. El exégeta primero establece una traducción base muy literal a partir de los idiomas originales (hebreo, arameo y griego), explicando las posibles opciones, las dificultades del texto y las cuestiones teológicas en juego. A continuación, el escritor toma este material y produce una versión que busca capturar en francés contemporáneo la fuerza, el ritmo y la imaginería del texto original.
Marc Sevin desempeña un papel crucial de coordinación. La armonización es necesaria. la obra, Gestionando las inevitables tensiones entre el rigor científico y la libertad literaria, y manteniendo el rumbo durante los seis largos años del proyecto, su experiencia como formador, su capacidad de escucha y su discreta autoridad hacen maravillas. Sabe cuándo dejar que los escritores exploren caminos audaces y cuándo recordarles los límites que no deben cruzarse para mantenerse fieles al texto.
El resultado superó las expectativas. La primera edición, publicada en septiembre de 2001, causó sensación. El tratamiento de Génesis Los primeros versos son impactantes: «Primero creó Dios el cielo y la tierra / tierra vacía, soledad / oscuridad sobre las profundidades / aliento de Dios / movimientos sobre las aguas». El texto respira de forma diferente. Los versos se ubican en los márgenes, liberando la maquetación. El francés es vibrante, a veces desconcertante, siempre poderoso.
Una traducción que genera debate y deja una huella duradera
La acogida fue variada, pero en general entusiasta. Los obispos de Francia, en un comunicado oficial de la Conferencia Episcopal, acogieron con satisfacción la iniciativa.« la obra »Completo y original». No lo adoptaron para la liturgia (ese no era el objetivo), pero reconocieron la calidad y el valor pastoral de esta nueva traducción. Los círculos académicos se interesaron por el experimento, algunos con entusiasmo, otros con reservas sobre ciertas libertades literarias.
Mientras tanto, el público en general descubre una Biblia sin igual. Mientras que las traducciones litúrgicas optan por un lenguaje noble y ligeramente anticuado, La Biblia de los Escritores se atreve a usar el francés moderno. Los escribas se vuelven "literatos", los recaudadores de impuestos "escoria", la ira divina se expresa mediante frases como "rojo de ira" o "púrpura de ira". Ciertos pasajes de Libro de los Jueces revelan una poesía sorprendente, como este verso del Cántico de Débora: "¿Por qué, estando emboscada entre dos campamentos, te limitaste a escuchar, espiando las flautas de los pastores?"«
En la escala NALOT, que clasifica las traducciones de la Biblia desde la más literal hasta la más dinámica, la Biblia Bayard ocupa el sexto lugar, lo que demuestra una excelente traducción cercana al original. Es importante recordar que se trata de traducciones rigurosas, basadas en un exhaustivo trabajo exegético y filológico sobre las lenguas de origen bíblica. No se trata de una paráfrasis ni de una adaptación libre, sino de una traducción con fundamento científico.
La Biblia de los Escritores Ha tenido varias reediciones: una edición de bolsillo en 2005, una nueva edición en 2009, luego en 2015 y 2018, antes de una edición de aniversario en 2023 con un nuevo prefacio de Frédéric Boyer. Esta longevidad atestigua su impacto duradero. En 2023, la edición se enriqueció con un código QR que proporciona acceso a extractos de la Biblia, interpretados íntegramente por Noam Morgensztern, actor de la Comédie-Française, en una grabación binaural inmersiva.
Para Marc Sevin, este proyecto representa la culminación de una profunda convicción: la Biblia debe ser accesible sin ser diluida, exigente sin ser elitista. Demuestra que el rigor científico y la creatividad literaria, la tradición y la innovación, pueden combinarse. Esta experiencia inspirará otros proyectos de traducción, en Francia y en otros lugares, que buscan renovar el lenguaje bíblico para que resuene con el público contemporáneo.
Un legado vivo para la pastoral bíblica
La Biblia para todos: una visión democrática de la fe
El legado de Marc Sevin se extiende mucho más allá de sus publicaciones. Ayudó a formar a toda una generación de líderes de estudios bíblicos, catequistas, sacerdotes y... laicos Comprometidos y convencidos de que la Biblia no está reservada a los especialistas, su visión de la pastoral bíblica se basa en unos principios simples pero poderosos.
En primer lugar, la convicción de que la lectura colectiva es irremplazable. Si bien la lectura individual tiene su lugar, es en el compartir grupal donde la Palabra despliega toda su riqueza. Cada persona aporta sus propias sensibilidades, experiencias y preguntas. El texto se abre a las perspectivas compartidas del grupo. El facilitador no es el "maestro" que posee la clave del significado, sino el guía que acompaña al grupo en su camino.
A continuación, la importancia de la formación continua. Uno no se convierte en líder de estudios bíblicos en unas pocas horas. Es esencial tener una comprensión básica del contexto histórico, los géneros literarios y los marcos teológicos. Pero esta formación nunca debe convertirse en un obstáculo. Marc Sevin supo cómo hacer accesibles conceptos complejos sin simplificarlos. Su habilidad pedagógica permitió a los principiantes progresar sin sentirse abrumados.
Finalmente, la negativa a separar el intelecto de la oración, el estudio de la espiritualidad. La Biblia no es un artefacto arqueológico para ser diseccionado fríamente, ni un texto mágico para ser cantado sin comprender. Es una Palabra viva que exige una respuesta existencial. La exégesis debe nutrirse. fe, Y fe Debe estar iluminado por la inteligencia. Marc Sevin encarnaba naturalmente esta alianza.
El impacto duradero en las comunidades católicas
Hoy, en las diócesis francesas, miles de grupos de estudio bíblico se reúnen cada semana. Las parroquias ofrecen cursos de formación sobre libros específicos de la Biblia. Los catequistas se apoyan en... Los Cuadernos del Evangelio Para prepararse para sus reuniones, los lectores litúrgicos se capacitan con herramientas desarrolladas por Évangile et Vie. Todo esto lleva la marca de Marc Sevin.
Su influencia se extendió mucho más allá de su diócesis natal. Los programas de formación que dirigió, las herramientas que diseñó y las traducciones que coordinó permearon todo el mundo católico francófono. En Quebec, Suiza, Bélgica y otros lugares... África Como hablante francés, su nombre es conocido por los educadores bíblicos y líderes pastorales.
La evolución de la pastoral bíblica en las últimas décadas debe mucho a figuras como la suya. Antes Vaticano Durante el Concilio Vaticano II, la Biblia permaneció en gran medida inaccesible para los creyentes comunes. La liturgia latina, la falta de apoyo educativo y el clericalismo imperante crearon una distancia intimidante. El Concilio abrió las compuertas, pero se necesitaban obreros para construir los canales. Marc Sevin fue uno de estos constructores pacientes y discretos.
Hoy en día, un católico francés que desee profundizar su conocimiento de la Biblia cuenta con una gran cantidad de recursos a su disposición: cursos en línea, programas de grado, grupos de lectura, aplicaciones móviles, podcasts y vídeos educativos. Marc Sévin fue una de las figuras clave en esta democratización del acceso a las Escrituras, aunque su nombre a menudo permanece en la sombra.
Una visión profética que sigue vigente hoy en día
En 2025, mientras la Iglesia Católica se enfrenta a numerosos desafíos, la visión de Marc Sevin sigue siendo notablemente relevante. En un momento en que la práctica religiosa está en declive, las generaciones más jóvenes se alejan masivamente de las instituciones eclesiásticas y la cultura bíblica se desvanece del panorama intelectual común, su intuición conserva toda su relevancia.
Marc Sevin creía que una Iglesia que desconoce las Escrituras es una Iglesia debilitada. Creía que los cristianos desconectados de sus raíces bíblicas se convierten en presa fácil de espiritualidades superficiales o fundamentalismos rígidos. Creía que la Biblia, lejos de ser un libro polvoriento, contiene un mensaje vivificante para hoy, siempre que sepamos escucharla con oídos contemporáneos.
Su trabajo en La Biblia de los Escritores Anticipó una pregunta que se ha vuelto crucial: ¿cómo transmitir un legado milenario en una lengua y una cultura en constante evolución? ¿Cómo mantenerse fiel al texto original y, al mismo tiempo, hacerlo accesible a los contemporáneos que ya no comparten los códigos culturales de siglos pasados? Estas son preguntas que toda iglesia misionera debe plantearse. Marc Sevin ofreció una respuesta concreta y creativa.
Su fallecimiento, el 3 de diciembre de 2025, marca el fin de una era. La generación de pioneros de la pastoral bíblica posconciliar está desapareciendo gradualmente. Pero ahora quienes ellos formaron llevan la antorcha. Gérard Billon, quien lo sucedió en Évangile et Vie, y tantos otros continúan la labor. Las herramientas evolucionan, los métodos se diversifican, pero la intuición fundamental permanece: la Biblia pertenece a todos los creyentes, no solo al clero y a los eruditos.
La misa funeral del padre Marc Sevin se celebró el 10 de diciembre de 2025 en la iglesia de Saint-Paterne de Orleans, seguida de su entierro en el cementerio de Neuville-aux-Bois. Entre los asistentes se encontraban reconocidos biblistas, líderes de grupos parroquiales, antiguos alumnos y lectores agradecidos. Todos llevaban en su interior una parte del legado que él había construido con paciencia: la convicción de que la Palabra de Dios debe ser compartida, estudiada, meditada y vivida por todos.
En una Iglesia en transformación, en busca de nuevas maneras de proclamar el Evangelio, el ejemplo de Marc Sevin sigue siendo una poderosa inspiración. Su rigor intelectual sin elitismo, su audacia creativa sin demagogia, su fundamento espiritual sin piedad, trazan un camino precioso. Un camino donde la Biblia vuelve a ser lo que nunca debió dejar de ser: un libro abierto, accesible y vivo, capaz de transformar vidas e iluminar comunidades.


