El 19 de noviembre de 2025, el papa León XIV firmó un motu proprio –una carta apostólica personal– modificando el artículo 8 de la Ley Fundamental del Estado de la Ciudad de Vaticano. Este texto, discreto en su forma, marca un paso importante: permite ahora a la Comisión Pontificia, principal órgano legislativo de la Vaticano, Estar compuesta no solo por cardenales, sino también por laicos, tanto hombres como mujeres. Se abre así una brecha histórica en un sistema que durante mucho tiempo fue exclusivamente clerical.
Este cambio no es casualidad. Forma parte de una dinámica de apertura iniciada hace más de una década bajo el pontificado de Francisco. Este último ya había confiado a las mujeres puestos de responsabilidad sin precedentes, particularmente en los dicasterios (equivalentes a los ministerios romanos) y en los servicios económicos. León XIV continúa por ese camino, pero grabándolo en el mármol jurídico de la Ciudad-Estado, lo que lo convierte en un punto de inflexión duradero y no en una mera tendencia.
El papel central de la Ley Básica
La Ley Fundamental de Vaticano, La Constitución, promulgada inicialmente en 1929 y revisada varias veces desde entonces, sirve como constitución del estado más pequeño del mundo. Por lo tanto, modificar uno de sus artículos equivale a reestructurar la propia arquitectura del poder dentro de la Santa Sede. En este caso, el Artículo 8 revisado estipula que la Comisión Pontificia, anteriormente compuesta exclusivamente por cardenales, ahora podrá estar compuesta por «cardenales y otros miembros, incluido el presidente».
Tras esta formulación mesurada subyace el reconocimiento explícito de que la competencia y la fe pueden tener prioridad sobre la ordenación. En otras palabras: el carisma del servicio ya no depende únicamente del sacerdocio.
El legado de Francisco: de la participación a la corresponsabilidad
De la reforma de los dicasterios a la conversión institucional
Bajo el liderazgo de Francisco, la reforma de la Curia Romana –formalizada por la constitución apostólica Praedicate Evangelium en 2022– sentó las bases para una administración eclesiástica más inclusiva. papa El argentinismo ya invitaba a laicos y mujeres a jugar roles de decisión, pero sin afectar aún directamente la estructura jurídica del Estado de Vaticano. León XIV da ese paso.
El espíritu de continuidad es evidente. Francisco habló a menudo de la «sinodalidad»: un gobierno compartido, donde todos escuchan al Espíritu a través de los demás. León XIV Traduce este principio espiritual a la realidad política. Su reforma, sin revocar el dogma, modifica la forma concreta en que se ejerce el poder en el aparato administrativo.
Las mujeres, nuevas figuras en la gobernanza del Vaticano
Desde hace varios años, muchas mujeres laicas y religiosas han ocupado puestos de liderazgo en Vaticano :en la Secretaría de Economía, en el Dicasterio para las Comunicaciones, o incluso en el museos de Vaticano. Pero el acceso a la Pontificia Comisión atraviesa un umbral más profundo: se trata de un órgano legislativo, en el corazón del proceso normativo del Estado.
Esto no es una mera promoción simbólica. Por primera vez, las mujeres podrán participar directamente en la redacción, deliberación y promulgación de las leyes internas de la Ciudad-Estado. En una institución donde la toma de decisiones tradicionalmente recae en las... clero, Su presencia representa una verdadera revolución cultural.
Una reforma en la continuidad espiritual
Si León XIV Continúa el impulso de François, pero con un tono diferente. Donde el papa Los jesuitas favorecieron el diálogo pastoral y el simbolismo de la inclusión., León XIV Se lleva a cabo mediante la estabilización legal. Algunos lo ven como la mano de un abogado, otros como el deseo de garantizar que los proyectos de François no sean cuestionados por sus sucesores. En ambos casos, el objetivo sigue siendo el mismo: hacer... Vaticano modelo de Iglesia en salida, capaz de acoger la diversidad de carismas.
Un punto de inflexión para la Iglesia universal
Patrimonio, desafíos y resistencia
Cualquier reforma a Vaticano Esto viene acompañado de debates internos. Quienes están a favor del cambio lo acogen como un paso hacia una Iglesia más coherente con su enseñanza sobre la dignidad bautismal. Quienes son más reservados temen una dilución de la naturaleza específica del ministerio ordenado. Pero esta tensión no es nueva: se extiende a lo largo de la historia de la Iglesia, desde... Concilio Vaticano II y sus llamados a un mayor papel de los laicos.
Para muchos observadores, León XIV Actúa según la tradición de los reformadores cautelosos: ni una ruptura repentina ni un retorno al pasado, sino un ajuste discreto y decisivo. Este es el estilo de una evolución orgánica, arraigada en la continuidad de la fe.
Un alcance más allá de los muros del Vaticano
EL Vaticano Sigue siendo un símbolo global. Al dar cabida a las mujeres en sus órganos de liderazgo, envía un mensaje contundente a todas las iglesias locales. Las conferencias episcopales en África, Los países de Asia o Latinoamérica podrían inspirarse en este modelo para repensar su propia gobernanza. En términos más generales, esta apertura forma parte de un movimiento global hacia un equilibrio entre la tradición y el compromiso contemporáneo.
De la ciudad a la comunidad
A largo plazo, esta reforma podría no ser meramente administrativa. Podría transformar la percepción del ministerio y de su responsabilidad.’Iglesia Universal. Al reconocer un papel de toma de decisiones para los laicos –y por tanto para las mujeres–, León XIV Nos recuerda que la autoridad cristiana no se mide por la jerarquía, sino por el servicio. La ciudad de Pedro, reformada sin fanfarrias, se convierte en el laboratorio de la corresponsabilidad evangélica.
Este gesto León XIV marca un paso histórico: discreto en la forma, pero profundo en el fondo. Al abrir las puertas del poder Vaticano A aquellos que hasta ahora estaban excluidos de ella, la papa reafirma que lealtad La tradición no se opone a la audacia de la renovación.


