Este viernes, 14 de noviembre de 2025, el salón principal de la Universidad Pontificia de Letrán Vibraba con un fervor particular. Estudiantes, profesores, religiosos y laicos dieron la bienvenida a Papa León XIV Vino a inaugurar el 253º año académico de esta singular institución, fundada en 1773 por Clemente XIV. Donde tantas generaciones han buscado unir la fe y la razón, el Sumo Pontífice transmitió un mensaje claro: la búsqueda de la verdad sigue siendo la misión más noble y urgente de cualquier universidad cristiana.
EL Letrán, a menudo apodada "la universidad de Papa »" Desde Juan Pablo II, conserva un estatus excepcional en el panorama de los estudios pontificios. Bajo sus bóvedas, la investigación en teología, filosofía, derecho canónico y ciencias de paz forman parte de un diálogo constante entre el Evangelio y los desafíos modernos. Esta vocación de unidad intelectual y espiritual, León XIV Lo revivió con palabras sencillas: “Sueña en grande, imagina un cristianismo del mañana, para que todos puedan descubrir a Cristo."
Una universidad al servicio del magisterio
Durante dos siglos y medio, Letrán No es simplemente un campus teológico. Es, según el Papa, un corazón pensante del’Iglesia UniversalReiteró que su carisma particular no está vinculado a un fundador ni a una orden religiosa, sino al propio magisterio papal. En otras palabras, su misión es reflexionar, reformular y contextualizar el pensamiento de la Iglesia a la luz de los tiempos. León XIV Él lo concibe como un centro para desarrollar el discernimiento cristiano para el mundo contemporáneo, una especie de laboratorio permanente para la inteligencia de la fe.
El cardenal Baldassare Reina, Gran Canciller de la Universidad, compartió su emoción: «A través de esta visita, la Papa Esto demuestra que la verdad sigue estando en el centro del trabajo académico. Este vínculo entre Roma, la razón y la fe es el sello distintivo de la Letrán »".
En la encrucijada de culturas y disciplinas
El discurso papal hizo gran hincapié en la dimensión interdisciplinaria. Teología, derecho, filosofía, ecología: todas estas disciplinas deben escucharse mutuamente, dialogar y enriquecerse entre sí. Los 28 institutos afiliados con Letrán Esta apertura ya es evidente en tres continentes. León XIV Él lo ve como "una realidad vasta y diversa, una expresión de la riqueza de las culturas y la búsqueda de la unidad".
Con esta frase, el Pontífice dibuja el retrato de una universidad que es a la vez arraigada y global: un modelo de catolicidad intelectual.
Fe y razón, pilares de la verdad
Redescubriendo la fe como un acto de inteligencia
La búsqueda de la verdad —tema central del discurso— encontró resonancia en un vibrante llamamiento: «La fe debe ser objeto de reflexión, y la reflexión debe estar abierta a la fe». León XIV, Nuestra época adolece de un vacío cultural que se manifiesta en la superficialidad y la pérdida de sentido. Frente a esto, aboga por «restaurar la credibilidad humana a la reflexión teológica».
En otras palabras, la fe no puede reducirse a una emoción o una tradición: se vuelve creíble cuando ilumina la razón y la condición humana.
En un mundo saturado de información pero ávido de significado, esta invitación suena a manifiesto. Estudiar la fe hoy, según... Papa, Significa resistir la tentación de la simplificación excesiva y atreverse a afrontar la complejidad de las cuestiones espirituales y sociales. La universidad, por lo tanto, no es un refugio, sino un trampolín hacia el mundo real.
Filosofía y diálogo de culturas
Retomando una idea querida para Juan Pablo II, León XIV Hizo hincapié en la filosofía como el camino real hacia la verdad. Estudiar la verdad filosóficamente, declaró, requiere unir los recursos de la razón humana con la escucha de la Revelación. Es aquí donde tiene lugar el fructífero encuentro entre el pensamiento griego, la sabiduría latina y la luz de Cristo.
Invitó a las facultades a fomentar este “diálogo entre culturas” que trasciende las fronteras académicas. Porque la verdad, les recordó, no es posesión de una sola persona, sino el camino común de todos.
Este enfoque se alinea con la idea general de Vaticano II: La razón humana, lejos de ser adversaria de la fe, es su compañera. Asimismo, León XIV Agradeció a los profesores que imparten derecho canónico y civil por "maximizar la comparación entre sistemas jurídicos", una muestra de ejemplar universalismo intelectual.
Humanidades, ecología y paz
Al destacar las nuevas disciplinas introducidas en Letrán — la ciencia de paz y estudios ecológicos — León XIV Amplió la búsqueda de la verdad para abarcar toda la creación. Para él, la verdad cristiana incluye el respeto por el medio ambiente., fraternidad entre los pueblos y la responsabilidad social.
Paz, Recordó a todos que «la fe es un don de Dios, pero también es fruto del trabajo humano». Aquí encontramos su visión de una fe encarnada, donde la verdad no se opone a la acción, sino que la hace fructífera.
La investigación, un acto de amor y servicio
La verdad sobre la vida universitaria
Más allá del conocimiento, León XIV ha restaurado el valor del investigador católico: «La investigación científica y los esfuerzos indispensables del pensamiento son actos de caridad hacia la verdad». Formar laicos y sacerdotes competentes y motivados, capaces de vincular la fe, la ciencia y la cultura: esta es la vocación de la Letrán.
EL Papa Hizo hincapié en la necesidad de proporcionar a los docentes las condiciones materiales y pastorales necesarias para el pleno desempeño de su misión académica. Esta declaración, poco común y concreta, demuestra un reconocimiento de la dimensión humana de la vocación intelectual, a menudo vivida con discreción y perseverancia.
Superando la autorreferencialidad
Otra advertencia contundente: el peligro del individualismo. «La universidad debe enseñarnos a salir de nosotros mismos para encontrarnos con los demás». Desde esta perspectiva, la investigación se convierte en un ejercicio de...humildad :reconocer que no poseemos solos la verdad, sino que la buscamos juntos.
Entendida de esta manera, la formación intelectual forja una cultura de reciprocidad y diálogo, un antídoto contra la fragmentación de las sociedades modernas.
En sus palabras, el Letrán se convierte en una escuela de fraternidad global. Estudiantes de los cinco continentes ya encarnan este laboratorio vivo de comunión eclesial. Esta mezcla de ideas, lenguas y prácticas representa más que diversidad: es una profecía concreta de lo que el futuro nos depara.’Iglesia Universal puede ofrecer a la sociedad.
La investigación como vocación espiritual
Finalmente, el Papa Evocó la “pasión por la verdad” como un ejercicio espiritual. Buscar es creer que la verdad existe, que se puede alcanzar. En esta visión, cada tesis, cada seminario, cada diálogo se convierte en una plegaria intelectual.
«Sigan explorando el misterio de la fe cristiana, practiquen el diálogo con el mundo, con los desafíos de hoy», concluyó. Palabras sencillas, pero que transmitían un programa: que la verdad sea una aventura, no un dogma fijo.
Una llamada al futuro
Al término de esta inauguración, León XIV No solo inauguró un año académico: abrió un horizonte. En una época donde la verdad a menudo parece relativa, fragmentada o instrumentalizada, nos recuerda sutilmente que la verdad libera, une y humaniza.
Su discurso en Letrán Concilia el mundo intelectual y la fe, la razón y el corazón, la ciencia y la esperanza. Sitúa la investigación cristiana en una perspectiva universal: buscar la verdad, no para dominar, sino para servir.
En el silencio apacible de la universidad Papa, Este mensaje caló hondo. Imaginamos que cada oyente, al marcharse, se llevó consigo la convicción de que estudiar, reflexionar y dialogar son formas muy reales de amar a Dios y a la humanidad.

