La Resurrección: más que una teoría, la esperanza viva del mundo actual

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Plaza de San Pedro, 5 de noviembre de 2025. Bajo el sol otoñal de Roma, León XIV, papa Tras llegar de Estados Unidos, se dirige a miles de fieles. Pero ese día, su mensaje no pretende conmover, sino despertar. Con su característica sencillez y franqueza, declara:
«"¿La resurrección de Cristo? No es una idea, ni una teoría: es el acontecimiento fundacional de la fe.".

Estas palabras calan hondo. Nos impulsan a volver a lo esencial, a esa fuerza motriz que recorre la fe cristiana: sin la Resurrección, todo se derrumba. Pablo lo había expresado con su habitual claridad: «Si Cristo no resucitó, nuestra fe es vana».»

Pero, ¿qué significa eso? León XIV ¿A qué se refiere cuando habla del "Acontecimiento"? ¿Y por qué, en el siglo XXI, este mensaje cobra nueva fuerza?

Palabras arraigadas en la realidad

EL papa No se refiere a una “ideología cristiana”. No propone una doctrina ajena a la realidad; habla de un hecho. Para él, Cristo resucitado no es una construcción simbólica, sino la piedra angular de la historia de la humanidad.

León XIV sabe que está frente a hombres y mujeres afligidos por la cansado de vivirDesempleo, guerras, soledad, enfermedad, familias rotas. Sabe que las palabras “esperanza”, “rescate”, “nueva vida” corren el riesgo de sonar vacías. Así que se traga estas abstracciones enteras y las resucita él mismo:

«"La Pascua no elimina la cruz", dijo, "pero la vence en el prodigioso duelo que cambió la historia de la humanidad".

En otras palabras: Dios no elimina el sufrimiento; lo transfigura. Y esta transfiguración, este paso de la muerte a la vida, no se limita a un pasado mítico, sino que actúa en la vida cotidiana de los creyentes.

El misterio de la Pascua al ritmo de los días

EL papa Se detiene en una simple observación: la vida humana, en su mezcla de dolor y alegría, retoma en cada momento la dinámica del misterio pascual.

Cada dolor superado, cada perdón concedido, cada nuevo comienzo vivido con humildad se convierte en un lugar donde se experimenta la Resurrección.

León XIV Luego cita a Santa Edith Stein, una filósofa judía que se convirtió en monja carmelita., muerto En Auschwitz: “El momento nos da y nos quita, pero estamos hechos para trascender el límite”.”

Eso es exactamente, dijo el papa, que se produce el encuentro entre la cruz y la luz: en este paso de “todo está perdido” a “todo es posible”.

La Estrella Polar del Corazón Humano

En su catequesis, León XIV utiliza una imagen magnífica: Cristo como la “Estrella del Norte””"de nuestra vida aparentemente caótica.

Esta fórmula, profundamente bíblico, Se une a nuestra generación desorientada. En un momento en que tantos hombres y mujeres pierden el rumbo, el Evangelio nos recuerda que Dios no promete la ausencia de oscuridad, sino una luz que guía incluso en la más profunda noche.

El Papa vincula esta esperanza Hacia el “trabajo interior”: discernir, escuchar, elegir. Invita a cada persona a reconocer en su propio caos la posibilidad de encontrarse con lo Vivo.

Este “movimiento interior que se esfuerza por alcanzar un más allá”, en sus palabras, no es una huida: es la intuición misma de lo que San Agustín Él lo llamó “el deseo de eternidad sembrado en el corazón del hombre”.

La fe como cuidado y sanación

En un momento en que el mundo tiembla bajo guerras, crisis ecológicas y una polarización política extrema, la voz de papa Suena casi como un remedio: “El anuncio de Pascua se convierte en cuidado y sanación”.”

El concepto es poderoso: la Resurrección no es solo un acontecimiento espiritual, sino una medicina para el alma y el mundo.

Una mujer que perdona a su hermano tras años de silencio, un médico que permanece al lado del lecho de muerte de un hombre, un joven que renuncia a la venganza: todos ellos, en estos pequeños gestos, ya manifiestan la Resurrección en acción.

Sin teorías, sin grandes demostraciones, León XIV devuelve la fe a su centro: amar que da vida cuando todo parece perdido.

Un papa arraigado en la modernidad

León XIV No escapa a su tiempo; se sumerge en él. Su pontificado, marcado por llamamientos a la justicia ecológica y la reconciliación política, se acompaña de un énfasis en la oración contemplativa.

Durante esta audiencia del 5 de noviembre, vinculó las “cruces de nuestro tiempo” —pandemia, desarraigo, cultura del usar y tirar, guerras olvidadas— con esta única luz: la Resurrección como “amanecer de la esperanza pascual”.

Esta síntesis entre contemplación y acción recuerda a la teología de San Francisco de AsísA quien León XIV Toma prestadas las palabras del “Canto del Sol”: ante la muerte, el Hermano Sol no tiembla, canta.

La Resurrección: ¿acontecimiento o metáfora?

Quizás aquí reside la esencia del mensaje: la Resurrección, para la papa, No es un símbolo de renovación moral, sino un acto de creación. El cuerpo de Jesús, verdaderamente muerto, está verdaderamente vivo.

Sin embargo, para el hombre moderno, creer en tal milagro supone casi un desafío intelectual. Por eso León XIV insiste: la fe no es la abdicación de la razón, sino su expansión.

A menudo cita al gran benedictino italiano Romano Guardini: “La fe no reemplaza al pensamiento; lo abre al infinito”.”

Creer en la Resurrección es rechazar el fatalismo. Es afirmar que la realidad no se limita a lo visible, que la verdad del mundo abarca lo invisible y que la vida tiene la última palabra.

La experiencia de los santos

“Todos estamos llamados a ser santos”, declara. León XIV al final de su catecismo.

Este recordatorio no es meramente decorativo: forma parte de una visión muy concreta de la santidad. Para él, el santo no es el que se cierne sobre los hombres, sino el que vive la Resurrección en el corazón de la realidad.

La madre consoladora, el hombre justo que resiste la corrupción, el anciano que reza con dulzura por la humanidad: todos prolongan el misterio pascual.

Día de Todos los Santos, que la Iglesia acababa de celebrar, se convierte en para León XIV Una celebración de la humanidad reconciliada: la Resurrección se extiende a la carne de los hombres.

Esperanza frente al sufrimiento del mundo

Al final de la audiencia, papa Amplía su perspectiva para incluir a Birmania, que lleva años en guerra. Reza por quienes sufren conflictos olvidados y pide a la comunidad internacional que no haga la vista gorda.

Esta oración no es una digresión: transmite la esencia del mensaje pascual. La Resurrección no elimina el sufrimiento del mundo; lo trasciende, le da sentido: el de un tránsito.

Cuando él llama paz, León XIV Él actúa como pastor de la Resurrección: da testimonio de que el Cristo vivo actúa incluso en la historia más herida.

El evento fundacional revisitado hoy

¿Por qué la Resurrección no es una teoría? Porque se experimenta, más que explicarse.

Un viejo monje dijo una vez: “La resurrección no es un concepto que deba comprenderse, sino un encuentro que deba experimentarse”. Eso es lo que León XIV Quiere reiterar: la fe cristiana no es un sistema, sino una relación viva.

En las catequesis que dedica a Jesucristo, subraya que la Resurrección es a la vez el alfa y la omega del Evangelio. cristianismoEl punto de partida y el horizonte final. Sin él, la historia de la salvación no es más que tragedia. Con él, todo se convierte en promesa.

Vivir con la resurrección cada día

¿Cómo podemos vivir esta verdad en términos concretos? León XIV proporciona varias pistas:

  • Recibir cada día como un regalo, incluso cuando parezca pesado.
  • Buscar en la oración la fuerza para esperar contra toda esperanza.
  • Ver en los fracasos no el final, sino la posibilidad de un comienzo.
  • Testimonio de alegría Pascal en gestos cotidianos: una sonrisa, una visita, una palabra de reconciliación.

A menudo repite que la fe crece en lealtad a las pequeñas cosas: “El Evangelio es Dios haciéndose presente en el polvo de los caminos humanos”.

Un misterio que interpela a todos.

Este mensaje conmueve incluso a quienes no creen. La Resurrección, en su lenguaje simbólico, nos plantea a cada uno la cuestión del sentido de la vida: ¿qué hacemos con nuestras heridas? ¿Podemos seguir creyendo que la vida triunfa?

Para los creyentes, es una certeza. Para los buscadores de la verdad, sigue siendo una promesa.

Y León XIV, Con voz serena, continúa testificando: «El hombre es limitado, pero creado para la vida eterna». Esta tensión, lejos de ser una contradicción, se convierte en el aliento mismo de la esperanza.

En conclusión: el incendio de Pascua

Para quienes buscan respuestas, León XIV No ofrece una teoría, sino un encuentro. La Resurrección no tiene nada de conceptual; es fuego.

Aún arde en los corazones de quienes se niegan a perder la esperanza. Ilumina la Birmania devastada por la guerra, una habitación de hospital, una mesa familiar, un altar rural. Permanece a través de los siglos, silenciosa pero invencible.

Y ese es precisamente el objetivo de las palabras de papaMientras Cristo viva, nada se perderá.

En la plaza de San Pedro, el 5 de noviembre de 2025, miles de rostros comprendieron: la Resurrección no es un recuerdo; es el futuro que ya ha comenzado.

Vía Equipo Bíblico
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