El icono Salus Populi Romani (Salvaguarda del Pueblo Romano) es venerada como una imagen sagrada de la Virgen María, emblema de la devoción mariana en Roma. Se cree que sus orígenes se remontan a los siglos V o VI, durante los primeros albores de la fe cristiana en la Ciudad Eterna. Según la tradición, este icono fue traído a Roma para proteger la ciudad durante grandes tribulaciones, en particular durante períodos de peste o desastres naturales. Su nombre, "« Salus Populi Romani »" traduce una invocación a la Virgen como protectora del pueblo romano, una denominación directamente vinculada a la fe bíblica en el poder de María como intercesora, especialmente en Lucas 1:28 donde el ángel Gabriel le dice: "Salve, llena de gracia, el Señor está contigo." (Lc 1:28).
La Basílica de Santa María la Mayor, un santuario emblemático
Ubicada en la colina del Esquilino, la Basílica de Santa María la Mayor es el lugar principal donde se conserva y venera el icono. Durante siglos, esta basílica ha sido un centro de oración y devoción mariana. La tradición la considera una representación concreta de la «morada de la Virgen» prometida en Isaías 4:5-6: «Sobre toda la gloria que cubre a Israel habrá una tienda y un dosel, cuando el Señor se refugie en su gloria». (Isaías 4:5).
Un icono protector, un símbolo de fe e identidad romana
Una tradición milenaria de protección espiritual
Durante siglos, Salus Populi Romani Encarna la constante súplica de los cristianos romanos por la protección divina contra las pruebas. La creencia se basa en el papel de María como Salus —salvación, protección— se menciona varias veces en la Biblia. Por ejemplo, en Lucas 2:38, la profetisa Ana expresa su gratitud a Dios: «Alabó a Dios y habló del niño a todos los que buscaban la redención de Jerusalén» (Lucas 2:38). La devoción a este icono fortalece la oración por el poder de María en tiempos de crisis.
El icono y las principales crisis romanas: peste, guerras, pandemia
La historia de Roma está marcada por grandes crisis durante las cuales se invocó la intercesión de María, en particular a través de la veneración de este icono. Durante la peste anterior, la tradición cuenta que el Papa Sixto IV oró ante el icono en 1477, e insistió en que la imagen fuera llevada en procesión por toda la ciudad, un acto que recuerda la promesa bíblica de 2 Crónicas 20:9: «Si sobreviene alguna calamidad sobre esta tierra, si se desata contra ellos ira, peste o espada, vendrán ante ti […] y tú oirás su oración». (2 Crónicas 20:9).
Devoción papal: de León XIV al Papa Francisco
León XIV y la continuidad de una veneración ancestral
El papa León XIV, como gran defensor de la devoción mariana, siempre renovaba su oración ante Salus Populi Romani. En sus discursos, invocaba a María como «el refugio seguro del pueblo romano» (una característica que la Biblia asocia con María en Lucas 1:48: «Porque ha mirado con benevolencia la humildad de su sierva»). La proximidad a este icono representaba para él un acto de fe, confianza y protección divina.
El Papa Francisco, fiel peregrino ante la Salus Populi Romani
Más recientemente, el Papa Francisco ha expresado repetidamente su devoción al icono, particularmente durante las principales peregrinaciones y homenajes a la Virgen María. En 2018, rezó ante este icono durante una misa en Santa María la Mayor, vinculando su oración a la promesa bíblica de que María es nuestro refugio en la angustia: >>(Salmo 46:1).
Legado espiritual y artístico de Salus Populi Romani
La importancia de la devoción mariana en Roma y más allá
La Salus Populi Romani es más que un icono; es el símbolo perdurable de una relación milenaria entre Roma, la Virgen María y el pueblo de Dios. La tradición bíblica también destaca el poder de María como mediadora en 1 Timoteo 2:5: «Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre» (1 Timoteo 2:5). La fe en la protección mariana se fundamenta, por lo tanto, en esta mediación divina y en el papel ejemplar de María en la historia de la salvación.
Donación, restauración y mejora a lo largo de los siglos
Desde sus primeras representaciones, el icono ha sido restaurado en varias ocasiones, especialmente a finales del siglo XIX y durante el siglo XXI, para preservar su belleza y significado. La Biblia resalta el valor de la fidelidad y la transmisión en Mateo 28:20: «Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20). La conservación de la Salus Populi Romani da testimonio de esta fidelidad a la fe.


