Abre las puertas a Cristo
Karol Wojtyła, el 263.º papa, transformó la Iglesia y el mundo durante sus 27 años de pontificado. Nacido en Polonia en 1920, vivió la ocupación nazi y el régimen comunista antes de convertirse en el primer papa eslavo en 1978. Su grito inaugural, "¡No tengan miedo!", aún resuena hoy. Recorriendo el mundo en 104 viajes, conociendo a millones de fieles y dialogando con todas las religiones, encarnó una fe misionera sin fronteras. Beatificado en 2011 y canonizado en 2014, sigue siendo el papa de la valentía y la apertura universal.

El 22 de octubre de 1978, un hombre de 58 años gritó desde la Plaza de San Pedro: "¡No tengan miedo! ¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!". Estas palabras cambiaron la historia. Karol Wojtyla se convirtió en Juan Pablo II, el primer papa polaco y eslavo. Transformó su pontificado en una misión global, visitando 129 países y hablando a jóvenes, dictadores y pobres. Su memorial opcional del 22 de octubre nos recuerda que un testimonio valiente puede transformar a la humanidad.

Del Teatro Subterráneo al Trono de Pedro
Karol Józef Wojtyła nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, cerca de Cracovia. Su madre murió cuando él tenía nueve años, su hermano, médico, a los doce, y su padre a los veintiuno. Único superviviente de una familia destrozada, ingresó en la universidad en 1938 para estudiar literatura y teatro. La invasión nazi clausuró la escuela. Trabajó en una fábrica de productos químicos para evitar la deportación.
En 1942, sintiendo la llamada al sacerdocio, ingresó en el seminario clandestino de Cracovia. También fundó un teatro clandestino. Ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946, viajó a Roma para estudiar bajo la dirección del dominico Garrigou-Lagrange. Su tesis se centró en San Juan de la Cruz.
Al regresar a la Polonia comunista en 1948, trabajó como vicario y luego como capellán estudiantil. En 1953, defendió una segunda tesis filosófica sobre Max Scheler. Enseñó ética en Lublin y Cracovia.
Pío XII lo nombró obispo auxiliar de Cracovia el 4 de julio de 1958. Participó activamente en el Concilio Vaticano II, contribuyendo notablemente a la Gaudium et Spes. Pablo VI lo nombró cardenal en 1967, arzobispo de una ciudad bajo la dictadura comunista.
El 16 de octubre de 1978, los cardenales lo eligieron papa en segunda vuelta. Adoptó el nombre de Juan Pablo II. Su pontificado duró 26 años y 5 meses, uno de los más largos de la historia. Viajó extensamente: 104 fuera de Italia, 146 dentro de Italia, visitando 317 de las 333 parroquias romanas.
Recibió a más de 17 millones de peregrinos en audiencias generales, se reunió con 38 jefes de Estado en visitas oficiales y con 738 en audiencias. Inauguró la Jornada Mundial de la Juventud en 1985. Mantuvo diálogos con judíos, musulmanes y budistas, e invitó a las religiones a orar por la paz en Asís.
Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica en 1992, reformó los códigos de derecho canónico y reorganizó la Curia. Publicó 14 encíclicas, 15 exhortaciones apostólicas y 11 constituciones apostólicas. Realizó 147 beatificaciones (1338 beatos) y 51 canonizaciones (482 santos).
Aquejado de la enfermedad de Parkinson, continuó su ministerio a pesar de un sufrimiento visible. Falleció el 2 de abril de 2005 a las 21:37. Más de tres millones de personas se congregaron en Roma para rendirle homenaje. Benedicto XVI abrió su causa de beatificación el 28 de abril, prescindiendo del plazo de cinco años. Juan Pablo II fue beatificado el 1 de mayo de 2011 y canonizado el 27 de abril de 2014, junto con Juan XXIII.

La leyenda del gigante polaco
Los testimonios establecen que Wojtyla ocultó judíos durante la ocupación nazi, arriesgando su vida. Confirman que trabajó manualmente en fábricas mientras se preparaba para el sacerdocio en la clandestinidad. Estos hechos atestiguados establecen su credibilidad moral.
La tradición atribuye la caída del comunismo a sus oraciones. De hecho, su pontificado coincidió con el colapso del bloque soviético entre 1989 y 1991. Su viaje a Polonia en junio de 1979 impulsó el movimiento Solidaridad. Lech Wałęsa declaró que «sin Juan Pablo II, nada habría sido posible». Los historiadores debaten el alcance exacto de su influencia, pero todos reconocen su papel catalizador.
Se dice que, tras el intento de asesinato del 13 de mayo de 1981, perdonó inmediatamente a Ali Ağca. De hecho, lo visitó en prisión el 27 de diciembre de 1983. Este encuentro se volvió icónico. Juan Pablo II atribuyó su supervivencia a Nuestra Señora de Fátima, cuya festividad se celebraba precisamente el 13 de mayo. Tenía la bala incrustada en la corona de la estatua portuguesa.
Su fuerza física era impresionante. Esquiador, excursionista y nadador hasta los 60 años, personificó el vigor al servicio de Dios. Esta robustez se convirtió en un símbolo: la fe da la energía para transformar el mundo. Incluso debilitado por el párkinson, testificó que aceptar la debilidad también manifiesta gracia.
Los milagros reconocidos para su canonización se refieren a una monja francesa curada de Parkinson en 2005 y a una mujer costarricense embarazada curada de un aneurisma cerebral en 2011. Estas curaciones validaron canónicamente su intercesión.
Su lema "Totus tuus" (Todo tuyo, María) reflejaba su total dedicación mariana. Siempre llevaba el escapulario, rezaba el rosario a diario y visitaba santuarios marianos en todos los países. Esta genuina piedad popular lo acercó a los fieles comunes.
El apodo de "Gigante de Dios" no surgió de una revelación mística, sino de la admiración colectiva. Su estatura moral inspiraba respeto incluso entre sus adversarios. Encarnaba literalmente la frase de Pablo: "Cuando soy débil, entonces soy fuerte".

Mensaje del día
Juan Pablo II nos llama a la audacia misionera. «No tengáis miedo» resume toda su espiritualidad. Miedo a dar testimonio, miedo a los poderosos, miedo al sufrimiento, miedo a envejecer: Cristo vence todos estos miedos. Este Papa demuestra que un hombre común, huérfano y pobre, puede revolucionar la historia si se entrega por completo.
Su vida enseña tres actitudes. Primero, transformar la adversidad en fortaleza. La fábrica, la clandestinidad, la dictadura, el atentado, el Parkinson: cada obstáculo se convirtió en un trampolín espiritual. Luego, el diálogo sin concesiones. Se reunía con todos, manteniendo sus firmes convicciones. Finalmente, vivir con total coherencia. Sus exigencias para la Iglesia, las aplicó primero a sí mismo.
El Evangelio habla del buen pastor que conoce a sus ovejas. Juan Pablo II recorrió el mundo para conocer a cada rebaño. Esta cercanía física manifestó el amor de Cristo.

Oración
San Juan Pablo II, tú que gritaste «No tengan miedo», concédenos la valentía de dar testimonio. Frente a las presiones, burlas y amenazas del mundo, fortalece nuestra fe. Tú que perdonaste a tu asesino, enséñanos la misericordia radical. Tú que visitaste las periferias de la tierra, inspira nuestro celo misionero.
Ayúdanos a abrir de par en par las puertas a Cristo. Primero, nuestras puertas interiores: el orgullo, el miedo, el egoísmo. Luego, las puertas de nuestras familias, nuestros círculos profesionales, nuestra sociedad. Que tu lema "Totus tuus" se convierta en el nuestro. Concédenos confiarnos totalmente a María para pertenecer totalmente a Jesús. Amén.
Vivir
- Identifica un miedo que paraliza tu testimonio cristiano y encomiéndaselo explícitamente a San Juan Pablo II durante tres Avemarías.
 - Realiza un servicio concreto a alguien que te ha hecho daño, imitando el perdón radical del Papa a Ali Ağca.
 - Dedica diez minutos a leer un pasaje del Evangelio y pregúntate qué llamada misionera te dirige Dios hoy en tu entorno inmediato.
 
Memoria y lugares
La Basílica de San Pedro en Roma conserva su tumba bajo el altar de la Capilla de San Sebastián. Allí se celebra una peregrinación constante. Fragmentos de su sangre se veneran como reliquias en varios santuarios.
Wadowice, su ciudad natal polaca, alberga el museo de la casa familiar. La habitación donde nació recibe a los visitantes. La iglesia parroquial conserva la pila bautismal de su bautismo.
Cracovia rinde un homenaje especial a su arzobispo. La Catedral de Wawel exhibe sus vestimentas litúrgicas. El santuario de Łagiewniki, dedicado a la Divina Misericordia, refleja su devoción fundamental. Canonizó a Sor Faustina en el año 2000 e instituyó el Domingo de la Misericordia.
Castel Gandolfo, la residencia de verano papal, es testigo de sus últimos años. El Santuario de Fátima, en Portugal, honra a Nuestra Señora, quien lo protegió durante el intento de asesinato.
En Francia, Ars-sur-Formans recuerda su visita al santuario del Cura de Ars. Lourdes lo acogió tres veces. Lisieux celebra la proclamación de Teresita como Doctora de la Iglesia.
Liturgia
- Lecturas: Epístola a los Efesios sobre la unidad de la Iglesia y la llamada misionera; Evangelio de Juan sobre el buen pastor que da su vida por sus ovejas.
 - Canción: Todo tu adaptado en un himno litúrgico, o cualquier cántico mariano que celebre la consagración
 


