
Evangelio de Jesucristo según San Lucas 11,1-4.
Estaba Jesús orando en un lugar. Cuando terminó, uno de sus discípulos le pidió: «Señor, enséñanos a orar, como también Juan el Bautista enseñó a sus discípulos».
Él les respondió: «Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.”»
Danos el pan que necesitamos cada día.
Perdónanos nuestros pecados, como también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en la tentación.

Padre benévolo,
Que tu nombre sea santificado en nuestras palabras y en nuestras vidas. Que tu reino venga entre nosotros: que tu justicia, tu paz y tu misericordia se manifiesten en nuestros corazones, nuestras familias y nuestras comunidades.
Danos hoy el pan que necesitamos: el pan de cada día que sustenta nuestro cuerpo, tranquiliza nuestra mente y fortalece nuestra fe. Ayúdanos a reconocer y compartir este don con quienes lo necesitan.
Perdona nuestros pecados, Señor. Danos un corazón capaz de perdonar a los demás como tú nos perdonas, para que el resentimiento no impida tu sanación en nosotros. Purifica nuestras actitudes, nuestras palabras y nuestras acciones para que seamos signos de tu perdón.
No nos dejes caer en la tentación; líbranos de las trampas que nos alejan de ti. Danos la fuerza para resistir, la sabiduría para discernir y la valentía para elegir el bien.
Amén.




